El dominicano Juan Soto, de 26 años, sorprendió al mundo del béisbol tras firmar con los New York Mets un contrato histórico de 15 años por 765 millones de dólares, cifra que superó la de Shohei Ohtani con los Dodgers. Esta operación, considerada una auténtica inversión deportiva y financiera, fue tan resonante como un gran movimiento de banco, equiparable al respaldo que otorgan los créditos o los préstamos en los negocios de alto impacto.
Las ofertas rechazadas por Juan Soto

Antes de llegar a los Mets, Soto declinó múltiples propuestas. Los New York Yankees le ofrecieron 16 años por 760 millones de dólares, mientras que los Blue Jays y Red Sox también pusieron sobre la mesa contratos cercanos a los 700 millones. Sin embargo, la más llamativa fue la de los Los Angeles Dodgers, que apenas alcanzó los 600 millones. En un mercado donde cada cifra se mide como si fueran tarjetas de crédito con límites casi infinitos, esa diferencia hizo que Soto no considerara seriamente a la franquicia angelina.
La decisión de los Dodgers

Los Dodgers, que venían de conquistar la Serie Mundial 2024, decidieron no entrar en una guerra de ofertas. En lugar de ello, optaron por fichar a Michael Conforto y mantener abiertas negociaciones con Teoscar Hernández, además de evaluar el regreso de jugadores clave como Walker Buehler y Kiké Hernández. Fue un invierno agitado para la directiva, que eligió administrar sus recursos como si fueran un plan estratégico de préstamos y tarjetas en lugar de apostar todo a una sola superestrella.
El futuro de Juan Soto en los Mets

Con su llegada a Queens, Soto se convirtió en el rostro del nuevo proyecto de los Mets. Steve Cohen, dueño del equipo, confía en que el dominicano no solo justificará la inversión, sino que también se transformará en referente de una era marcada por récords financieros y deportivos. Así como un cliente responsable maneja sus tarjetas de débito y tarjetas de crédito para asegurar estabilidad, la franquicia neoyorquina espera que Soto administre con inteligencia la presión de ser el jugador mejor pagado en la historia de la MLB.