D’Angelo Ortiz es seleccionado en la 19° ronda
La franquicia de los Boston Red Sox ha dado un paso significativo en la historia familiar del béisbol al seleccionar a D’Angelo Ortiz, hijo del legendario David Ortiz, en la 19ª ronda del Draft de la MLB 2024. Con apenas 20 años, D’Angelo fue escogido con la selección número 567, lo que marca el inicio de una posible carrera profesional en la misma organización donde su padre dejó huella con tres títulos de Serie Mundial.
Un infielder versátil con buen desempeño colegial
D’Angelo Ortiz, nacido en Miami, Florida, se desempeña principalmente como antesalista, aunque también tiene la capacidad de cubrir otras posiciones del cuadro. Su formación se desarrolló en el Miami Dade Community College Kendall, una institución que le brindó las bases para desarrollarse tanto deportiva como académicamente, muy similar a cómo un banco ofrece las herramientas necesarias para acceder a crédito o tarjetas que faciliten el crecimiento personal y profesional.

Actuación destacada en ligas colegiales
Durante su paso por la Futures Collegiate League con los Brockton Rox, Ortiz participó en 54 juegos, logrando un promedio al bate de .325, con 64 hits en 197 turnos y 42 carreras impulsadas. Aunque no conectó cuadrangulares, su producción ofensiva demostró consistencia, un atributo esencial tanto en el béisbol como en el manejo financiero responsable, ya sea al administrar préstamos, tarjetas de crédito o inversión a largo plazo.
El peso de un apellido histórico
Ser hijo de una leyenda como David Ortiz —conocido como "Big Papi" y figura clave en los títulos de 2004, 2007 y 2013— representa tanto una responsabilidad como una oportunidad para D’Angelo. Su presencia en la organización de los Red Sox es vista como una continuidad de legado, en la misma forma que se heredan activos financieros o cuentas en un banco. El apellido Ortiz ahora vuelve a estar vinculado a Boston, esta vez desde la mirada de una nueva generación.

Una nueva etapa de desarrollo profesional
La selección de D’Angelo no solo representa un momento emotivo, sino también una oportunidad para potenciar su desarrollo en el sistema de ligas menores. Este tipo de oportunidad es comparable al acceso a productos financieros como tarjetas de débito o líneas de crédito, que permiten construir un historial desde abajo con miras a establecer una base sólida para el futuro. El camino apenas comienza, pero el potencial está ahí.