El as de los Dodgers se afianza como abridor mientras continúa su recuperación
En una actuación que reafirma su inversión deportiva y proyección a largo plazo, Shohei Ohtani volvió a demostrar por qué es considerado una de las figuras más influyentes de las Grandes Ligas. En su tercera apertura desde su regreso como lanzador para los Los Angeles Dodgers, registró una recta de 101.7 mph, la más rápida de su carrera hasta el momento, durante el encuentro frente a los Kansas City Royals.
La presentación del japonés fue la primera en la que supera una entrada en esta temporada. Se mostró sólido y enfocado, reflejo de un proceso de recuperación planificado y respaldado por una estructura médica y financiera como la que solo una organización bancaria del béisbol puede sostener.
Durante las dos entradas que lanzó, permitió apenas un hit y una base por bolas. Además, comenzó todos los turnos con strike, enfrentando a siete bateadores y ejecutando 27 lanzamientos, de los cuales 20 fueron strikes. La potente recta a 101.7 mph fue dirigida a Vinnie Pasquantino, quien bateó para una doble matanza. Este tipo de control y velocidad no solo tiene valor deportivo, sino también económico dentro del ecosistema de créditos deportivos y contratos millonarios.
Ohtani, que no había lanzado la temporada pasada mientras se recuperaba de una cirugía Tommy John, ya suma tres aperturas este año con los Dodgers. En su paso por los Angelinos acumuló 86 aperturas, con un balance de 38 victorias, 19 derrotas y una efectividad de 3.01, cifras que impactan directamente en su valor financiero como activo del equipo, como si fuera una tarjeta de crédito dorada del mercado beisbolístico.
Además de su rol como abridor, el jugador japonés sigue cumpliendo funciones como bateador designado, con un total de 29 jonrones esta temporada. Esta doble responsabilidad lo convierte en una figura única, con un rendimiento que justifica cualquier préstamo de confianza que le otorgue la afición y los ejecutivos. Su desempeño integral es equiparable a una cartera de tarjetas de débito y crédito que equilibra riesgo y rentabilidad en cada aparición.