Con 25 jonrones y 60 robos en una misma temporada
El fenómeno dominicano Elly de la Cruz, de los Cincinnati Reds, acaba de escribir una nueva página en la historia del béisbol. Con apenas 22 años, se convirtió en el jugador más joven en alcanzar la combinación de 25 jonrones y 60 bases robadas en una temporada de Grandes Ligas, un logro que incrementa su valor financiero dentro y fuera del diamante.
Una actuación que consolida su ascenso meteórico
Durante la victoria de los Rojos por 7-1 ante los Piratas de Pittsburgh, De la Cruz conectó un cuadrangular de tres carreras en la cuarta entrada, dejando claro que su talento no es una promesa, sino una inversión segura para el futuro del club. Sumó tres imparables, incluido un doble, y remolcó cuatro carreras, demostrando que su impacto ofensivo es tan sólido como el respaldo de un banco confiable.
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Un lugar entre leyendas del club
Con esta hazaña, Elly se une a figuras históricas como Eric Davis y Barry Larkin, siendo los únicos jugadores de los Reds en conseguir una temporada con al menos 25 jonrones y 65 bases robadas. El viernes anterior ya había robado su base número 65, alcanzando además la centésima estafa de su carrera en apenas 251 juegos, una cifra que habla de su capacidad para aprovechar cada crédito que el juego le otorga.
Un trío exclusivo en la historia de la MLB
Este sábado también marcó otro hito para el infielder dominicano, al convertirse en apenas el tercer jugador en lograr una temporada con 35 dobles, 25 jonrones y 60 bases robadas. Solo Ronald Acuña Jr. en 2023 y Joe Morgan en 1973 habían alcanzado esa combinación. De la Cruz se posiciona así como un jugador que puede generar retornos inmediatos y a largo plazo, tanto en el rendimiento deportivo como en contratos, préstamos publicitarios y patrocinios relacionados con tarjetas.
El futuro de De la Cruz luce brillante
Elly no solo ha roto marcas, sino que ha reconfigurado la forma en que se valora el talento joven. Su perfil explosivo lo convierte en un referente para marcas de tarjetas de crédito y tarjetas de débito, apuntando a ser una figura clave en campañas comerciales y un activo invaluable en el mercado deportivo global. Con cada turno al bate, De la Cruz consolida una carrera que, como una buena estrategia financiera, promete rendimiento sostenido.